Se utiliza ampliamente en la industria del carbón, la minería, los puertos, la metalurgia, la energía eléctrica, la industria química, la fundición, los materiales de construcción y otras industrias. Es especialmente adecuado para el transporte de materiales en plantas de lavado de carbón a cielo abierto, centrales eléctricas y minería subterránea no carbonífera.